FAO

Recursos genètics i agricultura per fer front al canvi climàtic (FAO)

 Fer front al canvi climàtic. Els rols dels recursos genètics per a l’alimentació i l’agricultura. FAO. 2015. ENLLAÇ

Combatre el canvi climàtic és fonamental per aconseguir un futur sostenible per a la creixent població i la seguretat alimentària al món ha d’estar al centre d’aquests esforços. El canvi climàtic és un dels principals impulsors de la pèrdua de biodiversitat. Els factors d’estrès i els riscos que planteja el canvi climàtic als diversos sectors dels recursos genètics per a l’alimentació i l’agricultura (plantes, animals, boscos, recursos aquàtics, invertebrats i microorganismes) són múltiples. No obstant això, també s’espera que els recursos genètics per a l’alimentació i l’agricultura a jugar un paper important en la mitigació i l’adaptació a les conseqüències del canvi climàtic en suport dels esforços per assolir els objectius de seguretat alimentària i nutrició.

No obstant això, també s’espera que els recursos genètics per a l’alimentació i l’agricultura a jugar un paper important en la mitigació i l’adaptació a les conseqüències del canvi climàtic en suport dels esforços per assolir els objectius de seguretat alimentària i nutrició.
Els recursos genètics podrien contribuir en gran mesura als nostres esforços per fer front al canvi climàtic, però en molts casos la magnitud i la velocitat del canvi climàtic sobrepassaran la nostra capacitat per identificar, seleccionar, reproduir i – finalment – utilitzar aquests recursos en el camp. El canvi climàtic ja està afectant els ecosistemes naturals i els sistemes de producció d’aliments. En el seu Cinquè Informe d’Avaluació, el canvi climàtic de 2014, el Grup Intergovernamental d’Experts sobre el Canvi Climàtic (IPCC) considera, entre altres coses, la vulnerabilitat dels sistemes humans i naturals, els impactes observats del canvi climàtic i el potencial d’adaptació. L’informe de síntesi de l’IPCC reconeix que l’agricultura ofereix sinergies úniques que poden contribuir als esforços per complir els adaptació al canvi climàtic i mitigació necessitats de les pròximes dècades, en suport dels objectius de seguretat alimentària. Les decisions i accions relacionades amb la gestió dels recursos genètics per a l’alimentació i l’agricultura s’han de prendre de manera oportuna si volem adaptar l’agricultura a l’efecte d’un clima canviant. L’ús futur dels recursos genètics per a l’alimentació i l’agricultura en l’adaptació i mitigació del canvi climàtic depèn d’assegurar que segueixen estant disponibles els recursos pertinents.

La Comissió de Recursos Genètics per a l’Agricultura de l’Organització de les Nacions Unides per a l’Agricultura i l’Alimentació i l’Alimentació (FAO) proporciona un fòrum intergovernamental per a la discussió i el desenvolupament de coneixements i polítiques pertinents per a la biodiversitat per a l’alimentació i l’agricultura. El seu treball sobre el canvi climàtic és d’enorme importància en el suport a la seguretat alimentària mundial i el desenvolupament sostenible, per presents i futures generacions.

FAO alterta de la recducció de terres de conreu per a 2050

La fao alerta de que el mundo tendrá en 2050 una cuarta parte de la tierra cultivable de 1960

Este viernes se celebra el Día Mundial del Suelo
MADRID, 05 (SERVIMEDIA)

http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/alimentos/la-fao-alerta-de-que-el-mundo-tendra-en-2050-una-cuarta-parte-de-la-tierra-cultivable-de-1960_nC1HLtOzF0xjpZgLC6gaV4/

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La superficie mundial de tierra cultivable y productiva por persona equivaldrá en 2050 a sólo una cuarta parte del nivel de 1960 si no se ponen en marcha medidas para remediarlo, según asegura la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) con motivo del Día Mundial del Suelo, que se celebra este viernes.
Esta agencia de la ONU calcula que un tercio de todos los suelos del mundo se degradan debido a la erosión, la compactación, la obturación, la salinización, el agotamiento de la materia orgánica y los nutrientes, la acidificación, la contaminación y otros procesos causados por “prácticas insostenibles” de gestión del suelo.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, señaló que los suelos son de enorme importancia para la producción de alimentos, pero no se presta la suficiente atención a este “aliado silencioso”.
“Un centímetro de suelo puede tardar hasta 1.000 años en formarse, y con un 33% de todos los recursos mundiales de suelos degradados y la creciente presión humana, se están alcanzando unos niveles críticos que hacen que su correcta gestión sea un asunto urgente”, advirtió Graziano da Silva.
Añadió que “los suelos sanos no solo constituyen la base para los alimentos, combustibles, fibras y productos médicos, sino que también son esenciales para nuestros ecosistemas, desempañando un papel fundamental en el ciclo del carbono, almacenando y filtrando el agua, y mejorando la resiliencia ante inundaciones y sequías”.


2015, AÑO INTERNACIONAL DE LOS SUELOS
La ONU ha declarado 2015 como Año Internacional de los Suelos, iniciativa a la que se dará el pistoletazo de salida este viernes con eventos en Roma, Nueva York y Santiago de Chile, en un esfuerzo por concienciar y promover un uso más sostenible de este “recurso crítico”.
«Hoy en día, más de 805 millones de personas padecen hambre y malnutrición. El crecimiento demográfico requerirá aumentar la producción alimentaria en aproximadamente un 60%. Dado que una gran parte de nuestros alimentos depende de los suelos, es fácil comprender lo importante que resulta mantenerlos sanos y productivos», afirmó Graziano da Silva,
Para evitar que los suelos sean un “recurso casi olvidado”, Graziano da Silva hizo un llamamiento a aumentar la inversión en su gestión sostenible y aseguró que resultaría más económico que su restauración. «Se necesita para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición, la adaptación y la mitigación del cambio climático y el desarrollo sostenible en general», apostilló.
La FAO explicó que al menos una cuarta parte de la biodiversidad mundial habita bajo tierra, donde, por ejemplo, la lombriz de tierra es un gigante al lado de pequeños organismos como bacterias y hongos. Estos organismos (incluidas las raíces de las plantas) actúan como los agentes principales que impulsan el reciclaje de nutrientes y ayudan a las plantas mejorando la ingesta de estos, contribuyendo a su vez a la biodiversidad por encima del nivel del suelo.
A este respecto, recalcó que una mejor gestión puede asegurar que estos organismos, que habitualmente pasan inadvertidos, aumenten la capacidad del suelo para absorber carbono y mitigar la desertificación, de forma que incluso pueda capturarse más carbono, ayudando a compensar las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura.


VIDA “INSOSTENIBLE” SIN SUELOS SANOS
Por otro lado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló, en un mensaje con motivo del Día Mundial del Suelo y el lanzamiento del Año Internacional de los Suelos, recogido por Servimedia, que “sin suelos sanos, la vida en la Tierra sería insostenible”.
“Los suelos son el fundamento de la agricultura. Asimismo, proporcionan servicios vitales relacionados con el ecosistema y son la base de alimentos, piensos, combustibles, fibra y medicamentos importantes para el bienestar humano. El suelo es también la mayor reserva de carbono orgánico, que es esencial para mitigar el cambio climático y adaptarse a sus efectos. En una era de escasez de agua, los suelos son fundamentales para su almacenamiento y distribución adecuados”, concluyó.

Estado mundial de la agricultura y la alimentación 2013

En La malnutrición en todas sus formas ―la desnutrición, las carencias de micronutrientes y el sobrepeso y la obesidad― impone costos económicos y sociales inaceptablemente altos a los países de todos los niveles de ingresos. Mejorar la nutrición y reducir estos costos exige un enfoque multisectorial que comienza con la alimentación y la agricultura e incluye intervenciones complementarias en el ámbito de la sanidad pública y la educación. La función tradicional de la agricultura en la producción de alimentos y la generación de ingresos es fundamental, pero todo el sistema alimentario ―desde los insumos y la producción, pasando por la elaboración, el almacenamiento, el transporte y la venta al por menor, hasta el consumo― puede contribuir en medida mucho mayor a la erradicación de la malnutrición. Las políticas y la investigación agrícolas deben seguir respaldando el crecimiento de la productividad en relación con los alimentos básicos y al tiempo prestar mayor atención a alimentos ricos en nutrientes y a sistemas de producción más sostenibles. Las cadenas de suministro tradicionales y modernas pueden mejorar la disponibilidad de una variedad de alimentos nutritivos y reducir el desperdicio y las pérdidas de nutrientes. Los gobiernos, las organizaciones internacionales, el sector privado y la sociedad civil pueden ayudar a los consumidores a elegir dietas más saludables, reducir el desperdicio y contribuir a un uso más sostenible de los recursos proporcionando información clara y precisa y garantizando el acceso a alimentos nutritivos y variados.

http://www.fao.org/docrep/018/i3300e/i3300e00.htm

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